jueves, 26 de junio de 2014

Mesa de conversaciones ?, a qué precio ?.




El periodista de origen cubano, Camilo Egaña, ha entrevistado en CNN al cantautor cubano Amaury Pérez Vidal, un reconocido cooperador ideológico en ámbito musical del régimen cubano. Como es natural, esto ha desatado un sinfín de pasiones. Una de ellas es la que refrendo debajo, firmada por Tony y sobre la cual describo los sentimientos que aparecen al final.




Rencor, en esta página sólo hay rencor. Soy cubano y me fui de Cuba hace 20 años pues no creo en aquello, pero veo las cosas de manera diferente al resto de ustedes. ¿Vieron la entrevista? Zoe escribe sobre cosas que no vi en esa conversación. A mi si me parece formidable que dos tipos que son amigos a pesar de sus diferencias ideológicas se puedan sentar y conversar. Pobre Cuba, ¿qué clase de futuro le espera con tanto rencor?


















Bien, amigo, no pretendo confrontar su opinión, la respeto; entiendo su punto de vista. Pero me animo a concretar algunas cosillas que quedan al margen de su examen. Digamos, por ejemplo, que la cuestión Cuba, no es tan simple como el reencuentro de dos amigos que ideológicamente piensan, aparentemente, distinto. El caso Cuba es más que eso. Estamos hablando de un país entero, cuna de millones de ciudadanos, en primer lugar. Estamos hablando de una transformación ideológica sobre tres generaciones basada, precisamente, en el odio. De modo que los que se hallan situados en la "ribera opuesta" al oficialismo, no tienen otra arma que el rencor y el odio porque el oficialismo no deja sitio a ninguna otra alternativa que no sea la "oficialista".

Las diferencias entre dos personas que piensan distinto, como en el caso de marras, no es ni de lejos, una analogía al caso de una nación secuestrada, incluidos los que residen fuera del territorio nacional, debido a una larga lista de normas legales que impiden el ejercicio de los derechos de "ciudadanía" a los que emigraron por X motivo.

El oficialismo imperante es, per se, productor de enemigos para poder "sobrevivir" al pensamiento común de cubanos y no cubanos; es genuinamente discrepante y separatista, porque necesita del sectarismo y el chovinismo para controlar los arranques de necesidad de libertad.

La relación del ciudadano con su país es, diametralmente opuesta a la relación entre dos individuos, porque el hacer del cada uno no sobre pasa sus propios límites; el del estado emperador es otra cosa y usted debe saberlo.

También a mí me parece formidable que dos tipos como ellos, se den un fuerte abrazo porque la amistad debe sobreponerse a cualquier filosofía política; pero...siempre hay un pero, usted debe haber notado que ambos, en gran parte de la entrevista, merodiaron el entorno ideológico de la Cuba secuestrada y de la diáspora. La entrevista no fue una conversación entre amigos de 20 años, la entrevista tuvo que tener un libreto al cual el entrevistador tuvo que atenerse porque el programa no lo produce él y me parece que la participación de ambos en el Caso Cuba era inobjetablemente un tema a tratar, tal y como lo han hecho los foristas que han participado en la página. Pero las diferencias entre dos amigos no son las mismas diferencias entre todos los cubanos, los que piensan como el oficialismo y los que piensan de manera resueltamente opuesta. Tampoco a los que han sido perjudicado por las sanciones revolucionarias arropadas en el marxismo leninismo y perdido lo que conquistaron con esfuerzo y dedicación. Ni los que han sido perjudicados por castigos a prisión o pena máxima de muerte por desatar sus pasiones en contra de una tiranía. Nadie que haya sido perjudicado en sí mismo o en su familia, puede sentirse inclinado a "olvidar", a "borrón y cuenta nueva" sin que comparezcan los que tienen deudas. Es un paso inevitable en todo proceso de cambio, es un proceso inevitable en toda mesa de conversaciones. Las víctimas no pueden quedar sin que el victimario rinda cuentas. Nunca habrá entendimiento total olvidando las acciones de un grupo que ha actuado impunemente contra una nación poniendo en práctica un proceso artificial de desarraigo de los antecedentes históricos que enriquecen el verdadero espíritu de nación, al implementar planes importados del otro lado del mundo y adaptándolo como una faja a un cuerpo completamente desigual. Nunca habrá entendimiento cuando los niños cubanos son entrenados y adoctrinados para ser como un asesino o inculcando que la prostitución controlada, es una salida a la crítica situación económica de las adolescentes cubanas.
El mea culpa pública, amigo, es imprescindible para que pueda hablarse de una mesa. Sin ella, todo es una obra mediática como la que protagonizan ciertos sectores de la política colombiana. Y eso, no creo que vaya a ocurrir. El sentimiento que merodea la mente de los secuestradores, es imprimir cierto hálito de decencia occidental a la autocracia familiar y el de los secuestrados me parece muy bien al síndrome de Estocolmo.

Usted menciona: "...pobre Cuba...", taladrando con el dolor que sentimos cada uno de los que la queremos como símbolo de nacionalidad, como cuna, como raíz, como distintivo, como singular e inexplicable fuerza que nos une y nos separa, todo por el mismo ánimo. Y lo dice porque teme que esos rencores no propicien un "reencuentro" o un "renacimiento" o una "nueva nación". Me temo que eso no va a ser posible dada las circunstancias. En mi opinión, la Cuba actual está más lejos de conquistar la verdadera libertad que a usted y a mí nos une como sentimiento común en el exilio, porque no hay ningún indicio de que los cubanos establezcan la desobediencia civil para derrumbar al régimen; única salida sin grandes derramamiento de sangre. Olvidemos la vía democrática en un país de una dinastía totalitaria. Olvidemos un cambio hacia la democracia en un país que ni los propios gobernantes la recuerdan con claridad. El rencor, ese que usted siente en su corazón, no es lo que separa a los cubanos, Tony; lo que nos separa es que no sabemos ser libres.

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