miércoles, 19 de diciembre de 2012

Pedaleando a vapor: Incomprendido

Pedaleando a vapor: Incomprendido: Incomprendido.   Me encuentro de pie en una esquina de la 67 Avenida del NW y la Miami Garden Drive. El tráfico está lento; par...

Incomprendido


Incomprendido.

 

Me encuentro de pie en una esquina de la 67 Avenida del NW y la Miami Garden Drive.

El tráfico está lento; parece que hay algún tipo de problema adelante.

“ ¡Ay, madre! ¿ qué estoy mirando?, ¿es real?”.

“ ¡Oh, Dios!, ¡Cómo camina!”

“ ¡ Qué curvas!, ¡ qué frente!”.

Pasa junto a mí con ese andar que le caracteriza, que sólo pueden emplear quienes se saben grandes. Me recuerda la propiedad absoluta de la voluntad total de la exclamación. ¡Simplemente lo mejor!.

“ ¡Woww!, es que los laterales son impresionantes…”

“ ¡Diablos!, sólo la pintura no le queda bien, coño…si sólo tuviera el gris metálico…”

“ ¡ Ohh, el Accord 2013!, ¡ un sueño!.

 

Jorge B. Arce

viernes, 7 de diciembre de 2012

Pedaleando a vapor: Es realmente Música ?

Pedaleando a vapor: Es realmente Música ?: Sobre el efervescente Reggaetón.     Primero: Saludos a los que frecuentan este sitio y a su autor. Segundo: Parece que me h...

Es realmente Música ?


Sobre el efervescente Reggaetón.

 

 

Primero: Saludos a los que frecuentan este sitio y a su autor.

Segundo: Parece que me he perdido algo después de leer el post y los comentarios. No entiendo lo segundo.

Tercero: Mi opinión sobre el tema.

No soy ni un fan, ni admirador, ni siquiera escucho ese tipo de música,_comienzo por el centro de comentario como es usual,_, de modo que lo que viene a continuación no es una defensa a ultranza de tal repique de tambores y contorsiones eróticas y hasta ridículos movimientos convulsivos. El punto es que se dice que Cuba avanza y avanza y toma medidas para avanzar pero, en qué dirección?

Prohibir lo que suponemos es ridículo, soez e insoportable no es la forma de dirigir ni siquiera un grupo de empleados, menos un país. Lo mismo que para evitar que los niños tienen donde quiera el papel que envuelve los caramelos no se resuelve prohibiendo la fabricación de éstos o su venta o distribución en el colegio.

Prohibir es omitir y anular la existencia de alguien o de un grupo que puede sentirse atraído por ese ritmo a pesar del concepto en que se tenga. La música y la letra que le acompaña son fruto de la autoría individual de un individuo y lo hace para ser escuchado. Si lo es, es un problema que concierne a aquellos que desean hacerlo. Levantad los vidrios del carro si el que está cerca tiene puesto ese ritmo que "lastima" tus oídos y punto. Si es el centro de una actividad a la que fuiste para divertirte no te divertirás escuchándolo, así que lárgate a otro sitio para que te diviertas, no busques camorra diciendo en voz alta que es una mierda procurando que los fans te caigan encima.

La música, lo mismo que otras manifestaciones del arte, permanece y perece de acuerdo con el nivel de aceptación en el público. No puede ocultarse que el ritmo  de marras tiene sus seguidores,_ sin ánimo de considerar sus actitudes y aptitudes en este comentario aunque lo presuma,_ y no es casual, cada cual se siente inclinado a caminos de la vida más fáciles, menos dificultosos; el reggaetón es una forma de manifestación popular de la participación en determinado "grupo social" que se inclina a "aceptar" determinadas actitudes del otro en un entorno propicio a la vulgaridad rayana respecto a las inclinaciones sexuales. Debe reconocerse eso y aprender a considerar que los que se inclinan a familiarizarse con ese grupo están en el derecho de hacerlo. En cualquier sociedad siempre habrá personas vulgares, menos vulgares, educadas y muy educadas. Tan simple como eso. Repito: Detesto el reggaetón, no lo considero esencialmente música, pero admito que podrá haber y hay gente que se divierten con lo que propicia. Eso debe reconocer las personas que están al frente de determinadas responsabilidades sociales y culturales. Si creen que prohibiéndolo evitarán que cese se tendrán que enfrentar a los violadores de esa disposición que contarán con un arsenal de medios técnicos a su disposición para reproducirlo en cuanto lo deseen. No son estos los tiempos aquellos en que The Beatles no se permitían escuchar en Cuba.

Prohibir es una estupidez. Mientras más se prohíba más se viola. Lo prohibido, como la letra de una balada de Roberto Carlos, es lo que se ama, lo que se busca.