martes, 13 de septiembre de 2011

La disfuncionabilidad de la administración socialista.



Como ha ocurrido antes, un periódico oficialista de la isla ha publicado un mensaje y no define el destinatario del mismo. Juventud Rebelde alude a la resistencia que la burocracia (¿?) opone a las reformas promovidas por el jefe de estado y apoyadas por el VI Congreso del Partido Comunista, lo que impide que avancen laos cambios propuestos. Aunque la síntesis de la Agence France Presse publicada por El Nuevo Herald, no identifica al autor del cintillo, es de suponer que se trata de su línea editorial, que generalmente se ha encargado de “rozar” los temas  más importantes que se publican por este diario debido al “alto costo de sus consecuencias”. Al ser así, la opinión de este importante medio de difusión cubano ignora lo que saben realmente sucede con la “trancadera” a los cambios y no reúne el valor de declararlos porque, veamos: Juventud Rebelde cita “las plagas”, como le denomina a la resistencia a los cambios_, en los siguientes términos:

-centralización de las decisiones;

-verticalismo en las relaciones;

-escasa horizontalidad; -reducido margen de potestades para las empresas y gobiernos locales.

Hay que decir que los cuatro factores que acusa como plagas, ciertamente son causa administrativa para que las relaciones de producción, comerciales y empresariales funcionen “patas arriba”. Es cierto. Pero también lo es que son categorías que informan la Economía Política Socialista y el Derecho Administrativo en el cual se asienta; ambos vigentes plenamente en Cuba en su sentido estructural y jurídico, de lo que se deduce que cambiar y suavizar los patrones de verticalidad, cero independencia en la toma de decisiones y de iniciativa empresarial en torno a la producción, inversiones, así como escasa autonomías, son categorías inherentes al sistema operativo económico cubano en los que descansa la Propiedad Estatal sobre los medios de Producción.

No pueden exigírseles peras al olmo; deberían saberlo los ejecutivos editoriales del diario o tomar el toro por los cuernos y publicar un proyecto de ensayo que indique realísticamente como desmontar esas categorías y establecer las que funcionan en todas partes para permitir que la locomotora económica del país dormida desde 1959, se ponga en marcha: La propiedad privada sobre los medios de producción.

Jorge B. Arce

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