Dos pájaros de un
tiro.
“Pupila Insomne”,
básicamente funciona como un “cazador” de personalidades determinados, que
gozan de la libertad de difundir lo que piensan, sin ambagues,_basándose fundamentalmente
en observaciones de encuestas_, de temas de la vida social y política de
Estados Unidos eminentemente controversiales: Uso de Drone para eliminar
terroristas en el Oriente Medio con empleo de misiles; altos costos de la
salud; escándalos sexuales que han envuelto a funcionarios de gobiernos locales
o federales; fraudes millonarios al Medicare; amplitud de la brecha que separa
a los ricos de los pobres, etc., etc.
Personalidades como Chomsky,
Shan Penn y otros son los objetivos preferidos de la “cacería” que blogs como “Pupila…”.
Al colocar en la red los comentarios que estas personas han hecho criticando
problemas internos del país, significando lo que ellos consideran desastres
provocados por las administraciones estadounidenses y por el American of Life,
se convierte en un arma propagandística efectiva porque determinado sector de
bajo nivel de instrucción y de información_,
al que está preferentemente dirigido y el que concluye per se, que si “ellos
mismos” ( refiriéndose a los americanos), reconocen sus propios errores, supone
que la “cosa es más fea” de lo que aparenta ser.
Es el uso de los ataques
desde dentro, como Caballos de Troya, una estrategia que ha probado su
efectividad ante la “psiquis de muchedumbre” y forma parte del programa instituido
extraoficialmente por las autoridades cubanas como parte de su deseo de “abrir”
un frente de batalla ideológica en la red impulsado principalmente por el
ejemplo que significó su uso en los conflictos recién producidos en el Oriente
Medio.
La apertura de blogs como
Pupila Insomne que publica artículos de esta naturaleza, pone al descubierto el
obrar planeado del régimen cubano en este sector, dirigido a distraer la
atención de la opinión pública hacia otra dirección alejándola de la domestica,
propósito que “mata dos pájaros de un tiro” al ser los Estados Unidos el blanco
selecto.
Jorge B. Arce
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