miércoles, 16 de mayo de 2012

Cómo librarnos de los largos brazos del diablo?


¿Cómo librarnos de los largos brazos del “diablo”?.

Un visitante del blog Visión de Cuba, ha colocado como comentario al post que analiza que la empresa de telecomunicaciones mixta cubano-italiana ETECSA, mantiene una abusiva relación con sus clientes principalmente en lo que le corresponde personalmente como tal.

A propósito con su comentario, le respondo tratando de que piense en todo lo que significa ser cubano y haber emigrado a otro país desde el punto de vista económico, considerando que el régimen se aprovecha del lastre que los emigrantes dejan en Cuba y sus inevitables visitas; un tratamiento absolutamente impropio de un gobierno con sus conciudadanos. Es a la vez explotación y castigo. Explotación por todos los servicios que deben ser pagados y que se agregan. Castigo porque los miles y miles que abandonan continuamente la isla demuestran que nadie huye de un paraíso.







Otra cosa mala de ETECSA es que a los cubanos emigrados -que no tenemos carné de identidad- no nos autorizan una línea permanente aunque viajemos a menudo al país. De eso nada. Si queremos un celular hay que pagar un precio exorbitante y la línea es de carácter temporal. Esto, claro, se resuelve poniendo la línea a nombre de un familiar cercano, ¿pero no es discriminatorio hacer algo así? Creo que sí, ¡y mucho!
Pasando a otro tema, acabo de conocer tu blog mediante la entrevista que te han hecho en Diario de Cuba. Cada vez que trato de conectarme a internet allá en un cibercafé tengo que mostrarles el pasaporte de Estados Unidos y apuntan mi nombre y el número de ese documento en un libro que mantienen a tales efectos. ¡Increíble! Espero que un cercano futuro estas cosas se superen y pasen a ser solamente un mal recuerdo…



jorgearce dice:


Y cree usted que ese método es casual? De ninguna manera. Los cubanos que escapamos de Cuba pensando que se la habíamos dejado en la mano al “diablo”, estamos equivocados. Ese diablo nos sigue dominando aunque seamos ciudadanos de la mismísima Conchinchina; empezando por la aterradora medida de que para entrar necesitas un pasaporte extendido por el Ministerio del Interior cubano que es entregado con una “cola” de actualizaciones y otros para desplumarte, pasando por las remesas, las visitas, los paquetes, los enfermos, los occisos hasta la autorización para que entren todo tipo de productos electrodomésticos, gomas del carros, piezas de repuesto y herramientas de todo tipo hasta las líneas de telefonía móvil ( de la que se queja usted en su comentario ), todo, todo es un mecanismo de “desplume” del dinero con que cuentan los exiliados cubanos.


La mano del diablo es larga y posee garras que nos atenaza aunque no seamos sus súbditos civiles, sino de otro país, porque hay un vínculo natural entre nosotros y la isla que él explota. No hay otra entrada de dinero fuerte tan importante para el gobierno de Cuba después del turismo, que el proveniente de los exiliados.


A veces pienso que tal vez sea parte de un viejo plan estrictamente estructurado; recuerde los espectáculos de “despedir” a los que “se iban” a huevazos limpio (en el mejor de los casos) y la bienvenida como “reyes” con aquella “COMUNIDAD Y SUS VIAJES”. Sólo hay que seguir el hilo de la madeja, conduce al diablo.


Cómo librarnos de esa atadura?

Jorge B. Arce



No hay comentarios:

Publicar un comentario