Me pregunto: ¿Por qué vienen aquí?
En los últimos diez años, a
pesar del ataque asesino de extremistas islámicos de la organización terrorista Al Queda, a las Torres Gemelas, se
ha incrementado la presencia de personas de creencia en el Islán en los Estados
Unidos, país que, pese a ese brutal episodio de crimen masivo de civiles, no ha
obstaculizado ni tomado otras medidas ex profeso para dificultar la inmigración
islámica.
En las regiones del planeta
donde el Islam controla la vida política, económica y religiosa, lo que es sinónimo
de imperio religioso o países donde rigen estados islámicos como Irán, los
conflictos raciales y étnicos desatan todo tipo de penurias sociales para sus
habitantes. La pedofilia está estrechamente ligada a estos países y disfrazada exóticamente
como danza de varones avitualladlos como niñas. Problemas como éste y la
subyugación de la mujer por el hombre forman parte de la Sharia o ley del Corán
que regula casi todos los aspectos de la vida de los habitantes.
En USA, por ejemplo, las
personas gozan de una total libertad religiosa y las mezquitas recién construidas,
así como el creciente número de adeptos al Corán entre la población nativa,
refleja que esta corriente religiosa capta nuevos fieles que abandonan su
antigua religión o ateísmo y se convierten abrazando el Islam. Consecuentemente
este libro sagrado del Islam preconiza el deber a que están atados los
musulmanes de seducir a los infieles para que se conviertan.
Por qué entonces los
musulmanes emigran a Estados Unidos en lugar de propagar la fe religiosa que
profesan que enuncia la paz y la tolerancia entre los propios habitantes de las
regiones autóctonas?
Si el Corán establece como
deber la sedición de los infieles y convertirlos al Islam, ¿no están realizando
los musulmanes su labor en Estados Unidos para transformar los cánones
religiosos históricos?
Jorge B. Arce
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