Benedicto
XVI y la histeria contrarrevolucionaria.
No, no se dejen confundir, el anterior
no es título de mi spot, sino del escrito por el Sr. Guerra en el Blog La
pupila Insomne y que tengo el placer de comentar.
Debido a que otras personas seguidoras
del blog lo habían hecho antes y, lo por ellas dicho, no entra dentro de mis
esencias filosóficas, les respondí y relegué al Sr. Guerra Cabrera para el
final.
De modo que les invito a recorrer este
diálogo sui géneris.
Jorge B. Arce
Desde
la visita del papa Juan Pablo II a Cuba(1998) las relaciones entre la iglesia
Católica y el gobierno han experimentado una mejoría sustancial y constante.
Por sobre desencuentros anteriores, principalmente cuando en los sesentas una
generación de pastores se alió mayoritariamente a la contrarrevolución, ambos
han construido relaciones de respeto y confianza durante más de una década.
Ellas propiciaron un diálogo fluido, representado paradigmáticamente por el
intercambio entre el presidente Raúl Castro y el cardenal Jaime
Ortega, arzobispo de La Habana. La buena voluntad mostrado por Ortega en
Julio de 2010 al coadyuvar con el gobierno cubano –junto al entonces canciller
español Miguel Ángel Moratinos- en la liberación de 52 presos
contrarrevolucionarios parecen haberlo cimentado notablemente.
En
este contexto se inserta la próxima visita a Cuba, de Benedicto XVI, sucesor de
Juan Pablo II, quien partirá en la mañana del lunes 26 a Santiago de
Cuba, en cuanto se despida de México. El viaje es el primero de este papa a
naciones hispanoparlantes de América Latina. Anteriormente estuvo en Brasil en
2007 con motivo de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano. Contrastes
de los dos países visitados, México es el que tiene mayor población católica en
América Latina, mientras Cuba es el que tiene menos, puesto que una gran
mayoría de los isleños profesan los ritos afrocubanos. Mientras en México se
han librado dos guerras civiles de inspiración religiosa, la primera de ellas
conducente a la intervención francesa de 1862, hechos que permanecen en la memoria
colectiva, en Cuba no ha ocurrido nada parecido. En México hay una
arremetida en curso contra el Estado laico alentada abiertamente por la
jerarquía católica. En Cuba la iglesia no se plantea una meta semejante,
aunque reclame y haya obtenido paulatinamente espacios de presencia pública que
se corresponden con la legitimación por las autoridades de la pluralidad y
diversidad contenidas hoy en la sociedad cubana.
De
lo que no cabe duda es que tanto el gobierno cubano como la iglesia Católica
local y el Vaticano desean que la visita papal redunde en la continuidad del
diálogo y la profundización de las cordiales relaciones que se han forjado.
Todo ello está sustentado ya por el acompañamiento crítico, responsable y
constructivo de la iglesia Católica a los importantes cambios económicos,
sociales y políticos que se producen para fortalecer y perfeccionar el
socialismo cubano. Igualmente la estrecha coordinación, ya sea en empeños
menores como en algo tan trascendental como la visita del pontífice con los preparativos
de las dos misas masivas que oficiará en las Plazas de la Revolución de
Santiago de Cuba y La Habana, así como su visita al Santuario de la Virgen
de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, de la cual se celebra el 400
aniversario de la aparición de su imagen. Las modificaciones en la relación con
la iglesia Católica han ido desde la supresión de las procesiones en los
sesenta a una gira multitudinaria de la imagen de la virgen del Cobre por toda
Cuba en 2011.
Todo esto es motivo de
gran contrariedad para una contrarrevolución que sólo desea la intervención
militar yanqui en Cuba puesto que significa exitosa, pacífica y fecunda
relación del poder con una importante fuerza de filosofía distinta, alegría
popular no sólo de los fieles católicos sino también de los de ritos
sincréticos que se identifican con la señora del Cobre, distensión y diálogo
democrático. De allí la creciente histeria en las últimas semanas
de la mafia de Miami y de la quinta columna de Washington en Cuba. ¿Cuánto
estarán cobrando las mercenarias por cada marcha? La contrarrevolución de Miami
ha llegado al extremo de condicionar la visita del obispo de Roma a que se sume
a sus consignas antipatrióticas, o que de lo contrario la cancele. A pesar del
apoyo que tienen de los desvergonzados pulpos mediáticos como CNN
o The Washington Post, que ha llegado a acusar al cardenal Ortega
de “socio” de Raúl Castro, todos los intentos por montar una provocación le han
fracasado. La sola presencia del jefe de la iglesia Católica en Cuba, sin
contar sus entrevistas con el presidente Raúl Castro, es una condena al bloqueo
y no pueden soportarlo. No en balde el Arzobispado de La Habana denunció “…una
estrategia preparada y coordinada por grupos en varias regiones del país. No es
un hecho fortuito, sino bien pensado… “
1.
Asdrubal freire dijo:
Me
extraña que el señor Lech Walesa. siendo europeo y expresidente, este tan
desinformado sobre Cuba, pues le esta pidiendo al Papa apoyo para la libertad
de los presos politicos a Cuba. Acaso el no tiene el informe de Amnistia
Internacional sobre ola situacion de Cuba, o esta igual que los cubanos de
Miami.Jorge B. Arce diijo:
Tu comentario está
pendiente de moderación
Jorge B. Arce
responde lo siguiente al Sr. Freire:
Los presos políticos
en Cuba merecen la atención de todos los que posean un nítido y correcto
concepto de la justicia. Benedicto XVI no es historia aparte; es una
personalidad internacional que protagonizará una visita evangelizadora a la
isla. El tratamiento de los prisioneros en cualquier parte del planeta forma
parte inseparable de la pastoral. El Sr. Walesa, un distinguido luchador por la
libertad, sólo hace uso de la voz de los prisioneros ahogados por sus
carceleros del comité central; no lo dude; interprételo así, Sr. Freire. El Sr.
Walesa está recabando atención por esos seres humanos prisioneros por exponer
una forma de pensar distinta al oficialismo secuestrador de conciencias sin ser
compatriota. Usted, que sí lo es, debería pensar en ello con más detenimiento y
dejar de aborrecer a Walesa y a los prisioneros cubanos por pensar de forma
distinta.
Gracias.
Gracias.
Cubanorevolucionario
dijo:
1.
El papa ya condenó el bloqueo a Cuba, es
definitivamente una personalidad que no puede ser influida por los enemigos de
la revolución, como han tratado de hacer varios congresistas norteamericanos de
poca monta, no por el cargo que ocupan, sino la reducción de su capacidad
cerebral cuando se habla del tema Cuba. Ahí tenemos a Ileana Ross como un
papagayo lanzando acusaciones a diestro y siniestro contra el gobierno de la
isla, y pidiéndole arrogantemente al papa que suspenda su visita a Cuba. No
comprenden que el papa le ha dado prioridad a Cuba por el buen momento en que se
encuentran las relaciones gobierno-iglesia católica, lo que permite mantener un
diálogo en base al respeto mutuo y que beneficia a todos los cubanos. Su
santidad benedicto sabe que cuando llegue a cuba un mar de pueblo lo va a
recibir, y que cualquier intentona por parte de los secuaces pronorteamericanos
y anexionistas será abortado.
Jorge
B. Arce responde:
pendiente de
moderación
Sr. Cubano
revolucionario:
Me dirijo a usted aunque no sea el promotor del artículo que encabeza este spot porque de leerlo lo inserto dentro del grupo de las personas que viven su vida con la atención colocada en un río caudaloso con dos orillas, claro. En una están aquellas personas que exteriorizan su forma de pensar que amenaza la suya de cierta forma: ideológicamente, políticamente, físicamente, etc., porque no hay concordancia en los principios que filosóficamente rigen a aquéllos, los del otro lado. Por supuesto que ellos no están del otro lado de ese río que ha creado artificialmente SU Filosofía, todo lo contrario, USTED los ha situado Allí porque no tolera vivir con ellos puesto que piensan distinto. Y, por cierto, como uno de los “pensantes” de la ideología que moldea su filosofía ha reiterado en sus discursos que “conmigo o contra mí”, pues usted, como buen discípulo le escucha y le sigue sin reparar en el daño que se hace al sí mismo y a su entorno cercano ( ya me imagino los dramas en su familia cuando hay unos rones de más por medio y se exteriorizan ciertos pensamientos semi-ocultos de alguno de sus miembros más atrevidos que no le guardan mucho respeto a su doctrina).
No lo olvidaba, no. Del otro lado de la orilla de ese río que por conveniencia propia ha edificado su líder y usted, como buen discípulo no cuestiona, está USTED.
Gracias, si pudo llegar hasta aquí…
Me dirijo a usted aunque no sea el promotor del artículo que encabeza este spot porque de leerlo lo inserto dentro del grupo de las personas que viven su vida con la atención colocada en un río caudaloso con dos orillas, claro. En una están aquellas personas que exteriorizan su forma de pensar que amenaza la suya de cierta forma: ideológicamente, políticamente, físicamente, etc., porque no hay concordancia en los principios que filosóficamente rigen a aquéllos, los del otro lado. Por supuesto que ellos no están del otro lado de ese río que ha creado artificialmente SU Filosofía, todo lo contrario, USTED los ha situado Allí porque no tolera vivir con ellos puesto que piensan distinto. Y, por cierto, como uno de los “pensantes” de la ideología que moldea su filosofía ha reiterado en sus discursos que “conmigo o contra mí”, pues usted, como buen discípulo le escucha y le sigue sin reparar en el daño que se hace al sí mismo y a su entorno cercano ( ya me imagino los dramas en su familia cuando hay unos rones de más por medio y se exteriorizan ciertos pensamientos semi-ocultos de alguno de sus miembros más atrevidos que no le guardan mucho respeto a su doctrina).
No lo olvidaba, no. Del otro lado de la orilla de ese río que por conveniencia propia ha edificado su líder y usted, como buen discípulo no cuestiona, está USTED.
Gracias, si pudo llegar hasta aquí…
Jorge B. Arce responde
al articulista del spot.
1.
Tu comentario está
pendiente de moderación
Sr. Guerra Cabrera,
sólo una pregunta: Usted ha expresado que las relaciones del estado cubano con
la iglesia Católica son cordiales. Espero que no se incomode por lo siguiente,
pues respeto su criterio…pero, en honor a la verdad…por supuesto, me refiero a
la verdad de cubano de a pie, la de la esquina de la Loma de los Zapotes o de L
y 23; la verdad que no aparece en Cuba Visión ni en Radio Reloj, ni Radio
Rebelde o en el Granma. La verdad de los negrones que toman ron sentados en (
las aceras?) que quedan en Centro Habana o en La Lisa a las 10 am o las 5 menos
cuatro de la tarde. La verdad que trata de brotar del alma pero el instinto la
atenaza y obliga a morderse la lengua. Ya comprende de qué verdad hablo? De esa
misma, Sr. Guerra, no de la verdad que usted escucha por todos los medios
oficialistas y repite tecleando en su computadora como buen alumno.
Aquí, entre usted y
yo, sin que nadie se entere, eh?
Primero:
La jerarquía de la
Iglesia Católica no es la Iglesia Católica y similar a la jerarquía del Estado
Cubano, es piramidal e inconsulta. Ella no pregunta a los fieles que
evangeliza, si es correcto hacer ésto o lo otro. Ese estado de cosas estará as í
y Benedicto XVI no lo cambiará, porque se supone que los jerarcas de la Iglesia
Católica Cubana oficien manteniendo presente la enseñanza cristiana materializada
en la “parábola del Buen Pastor”. Sabe a cuál me refiero? Le recuerdo que el
buen pastor dejó abandonada la mayor parte de sus ovejas por salvar a la única
que se separó del rebaño. Usted entiende el mensaje?
Segundo:
En fin, que pienso que
no todo lo que reluce es oro…
De modo que, consecuente con lo que le expongo, creo que usted debería decir que las relaciones del Estado Cubano con la Jerarquía Católica son cordiales o…cualquier otro adjetivo, no me interesa; pero no con la Iglesia Católica porque la Iglesia Católica es la Asamblea de sus fieles, Sr., no el Arzobispado. Y éste, señor, no creo que represente dignamente a la Iglesia Católica o al menos, de la forma que ELLA quiere.
De modo que, consecuente con lo que le expongo, creo que usted debería decir que las relaciones del Estado Cubano con la Jerarquía Católica son cordiales o…cualquier otro adjetivo, no me interesa; pero no con la Iglesia Católica porque la Iglesia Católica es la Asamblea de sus fieles, Sr., no el Arzobispado. Y éste, señor, no creo que represente dignamente a la Iglesia Católica o al menos, de la forma que ELLA quiere.
Así que, las
relaciones del Estado Cubano con la Iglesia Católica Cubana no son cordiales
porque es un prisionero más de conciencia, o no?
Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario